9 de outubro de 2009
como ciudadano de la cuenca del Tajo me da asco la entrevista que publicó el diario La Razón con el Secretario de Estado Puxeu. Como ciudadano de la cuenca del Tajo me da vergüenza que la Junta de Extremadura sea capaz de poner precio a "su" Tajo y, sin competencias, licitar un estudio para conectar el Tajo con el Guadiana, el Júcar y el Segura.
No tolero que un Secretario de Estado diga que el Ebro está muy trasvasado, y que lo que da Madrid, previamente depurado, es más de lo que daría el trasvase del Ebro. No entro a considerar qué trasvase es mejor, puesto que opino que ésa no es la solución; lo que digo es que este individuo miente o hace gala de una ignorancia terrible, que no sé qué será peor. Se nos están poniendo sobre la mesa los mismos argumentos empleados en el Anteproyecto del Tajo-Segura de 1967, esta vez por un gobierno socialista que utiliza los mismos mimbres que la dictadura franquista. Los mismos argumentos, los mismos razonamientos, las mismas mentiras. Las consecuencias las conocemos.
Como ciudadano de la cuenca del Tajo, de Talavera de la Reina, buen conocedor del embalse de Valdecañas, del Tiétar, de las sierras de la Jara, de Guadalupe, del Gualija, de los Guadarranques, de los Montes de Ciudad Real, de Anchuras, de Cijara, de Puerto Peña, de las lindes de Cabañeros, me da asco el desprecio de este tipo hacia esta tierra, hacia estos ríos, y hacia las gentes que aquí habitan. Nos trata como indígenas indocumentados, como plastilina que moldear, como elementos susceptibles de emplear, modificar y manipular. Puxeu socializa el problema del agua al más puro estilo estaliniano, sin tocar los cojones a sus paisanos catalanes con hipotéticos trasvases del Ebro, para que no molesten en la política nacional. Pero piensa que aquí tragamos con todo, que con comprar a los políticos de los gobiernos regionales con unas cuantas bagatelas, ya está todo hecho. Que qué van a decir estos paletos castellanos, extremeños y portugueses, si con tres collares falsos y dos espejos los tenemos en el saco.
El tercer trasvase del Tajo vendría a consagrar las dos Españas, no las de Machado, sino la de los pobres y la de los ricos, la de los que tienen capacidad de influir en el gobierno de España, y los que están para servir. Es paradójico que un gobierno que se autodenomina socialista venga a trazar un trasvase del Tajo en la zona más pobre de toda España, con una densidad de población de menos de un habitante por kilómetro cuadrado, en una zona donde en los años sesenta y setenta se construyeron embalses con capacidad de almacenamiento, de 12.500 hm3 entre el Tajo y el Guadiana, anegando los valles y echando a la gente de los pueblos a punta de pistola.
¿Que hubo contestación para el trasvse del Ebro? Aquí va a haber más. Comprar las voluntades de los gobiernos autonómicos -hacer la vista gorda con refinerías y oleoductos en Badajoz, dar el plácet a cien parques eólicos en Extremadura, regalar una autopista por medio de la sierra de San Pedro entre Cáceres y Badajoz, un trasvase del Tajo al Reino de Don Quijote de Ciudad Real, o dejar que la Caja de Castilla-La Mancha sea un cromo que Zapatero regale a los "amigos" vascos para apoyar los presupuestos del Estado-; queda para la "alta política", la política de chicle que consagra la nueva España calcada de aquella de la Restauración, donde todo es ficticio, salvo los intereses de siempre, adornados por unos partidos políticos que gobiernan para ellos y sus intereses, no para el pueblo al que dicen representar y que paga religiosamente sueldos y prebendas.
El trasvase del Tajo medio traería definitivamente la ruina al Tajo entre Casas de Fuente García y Lisboa, e implicaría la desaparición, literal, del Tajo en Portugal. De lo que se trata aquí es de trasvasar todo el Tajo: el alto Tajo al Mediterráneo; y el Tajo medio, con los afluentes del Sistema Central, al Guadiana, a la Mancha y al Mediterráneo. ¿Qué queda? Nada. Los intereses creados con Alqueva y nuevos embalses en Pulo do Lobo, especialmente por empresas españolas, pueden hacer que el Tajo acabe regando también medio Guadiana.
El trasvase del Tajo medio es un insulto para toda la cuenca del Tajo, tanto la española como la portuguesa. No nos vamos a quedar con los brazos cruzados. Somos ciudadanos de primera categoría, como todos, no de segunda ni sobreros. De dos cosas estoy seguro: que volveré a contemplar este invierno la nieve sobre Gredos; y que jamás se hará un nuevo trasvase desde el Tajo. Queda luchar; pero eso ya lo sabíamos.
Muchas gracias y me permito dejaros un pedazo de un poema de Pessoa: O sonho é ver as formas invisíveisda distancia imprecisa, e com sensíveismovementos da esperança e da vontade,buscar na linha fria do horizontea árvore, a praia, a flor, a fonte-os beijos merecidos da Verdade.
Miguel Ángel Sánchez
Miguel Ángel Sánchez
POR NUESTROS RÍOS, POR NUESTRO FUTURO
-------------------------------------------------
Josep Puxeu / Secretario de Estado de Medio Rural y Agua
«Hay que meter a Madrid en el lío con la potabilización»
Medio Ambiente apuesta por la recuperación de aguas de la comunidad madrileña para recargar y mantener el trasvase del Tajo a Levante
5 Octubre 09 - Madrid - Javier Brandoli
De las palabras del secretario de Estado de Medio Rural y Agua se desprende que la intención del Gobierno es mantener el trasvase del Tajo-Segura, pero diversificar su carga con otras regiones, y conseguir la ansiada paz hídrica. Madrid y Extremadura entran en juego. Una reserva de agua es el probable blindaje que consiga imponer Barreda.
-¿Qué postura tiene el Gobierno sobre el trasvase Tajo-Segura?
-Hay que dar soluciones con un producto procedente de diversas fuentes. No se puede cortar ninguna de esas patas, sería un disparate. La gestión requiere de una política coral. No a nada.
-Apuestan por tanto por mantener el trasvase.
-Una parte de las aguas del Tajo sigue siendo imprescindible para la zona del Segura. Esa zona necesita aportes externos. Son hasta tres millones de personas que necesitan agua.
-¿La opción para el Gobierno manchego es una reserva de agua?
-Y meter a Madrid en el lío con la potabilización.
-¿Hay que repartir la carga con Madrid y Extremadura?
-Esa es una solución junto a la aportación de la desalación y la reutilización.
-¿Trabajan con estas regiones?
-Ese es el viejo debate de si estamos encima de la mesa o debajo de la mesa. El debate político de los estatutos de Castilla-La Mancha y Extremadura debe fijar los parámetros de dónde está el interés general del Estado. Ambos se han hecho desde una óptica global. Dependerá mucho de lo que hagan los dos partidos mayoritarios. Desde el Gobierno se está por la labor de resolver los problemas, pero hay que ver que del agua y la energía no se haga una bandera territorial.
-¿Pero han hablado con la Junta de Extremadura del trasvase a Levante?
-Sí, hemos hablado con ellos de sus necesidades hidráulicas.
-¿Y con Madrid?
-También.
-¿Del trasvase?
-Hemos hablado de todo. Hemos hablado de gestión de agua.
-¿Madrid tiene capacidad para trasvasar agua?
-Tiene agua en cantidad y calidad suficiente después de los esfuerzos que se han hecho, incluso fuera de cuenca. Tiene garantía de suministro por las numerosas obras que se han hecho. Madrid y el Gobierno están de acuerdo en que hay que hacer un esfuerzo en potabilización. Madrid consume y genera a la vez cerca de 800 hectómetros cúbicos, más de lo que tenía previsto el maravilloso proyecto del trasvase del Ebro. Si se potabiliza ese agua se recupera caudal en toda la cuenca del Tajo de aquí a Lisboa. A partir de ahí hay que gestionar las demandas de Extremadura, Castilla-La Mancha y Levante.
-No me ha contestado.
-Madrid tiene que devolver al sistema lo mismo que consume en óptimas calidades, y a partir de ahí usted puede hacer todo lo que quiera. Si Madrid devuelve al sistema el agua en unas condiciones que no se puede utilizar tenemos un problema. Si Madrid, como está haciendo con inversiones muy serias, devuelve el agua en óptimas condiciones se puede hacer de todo.
-¿Resulta técnicamente viable un trasvase desde Extremadura a Levante?
-Tenemos capacidad tecnológica para hacer de todo. Cualquier solución tiene que ser sostenible económica, social y ambientalmente. Yo creo que se pueden buscar muchas soluciones.
-¿La solución es un estatuto que garantice el agua a Castilla-La Mancha y a Levante?
-Hay un texto aprobado en las cortes castellano manchegas donde se flexibiliza la posición buscando un consenso.
-¿Cómo explicar a los ciudadanos que sí se puede hacer un trasvase a Levante desde el Tajo medio pero no desde el Ebro?
-Lo que no les podemos explicar es no tener agua. Mi obligación es poner recursos a disposición de los ciudadanos con un coste repercutido que puedan asumir. El Ebro es un río que está muy trasvasado. La autopista del agua a Santander, el abastecimiento de Bilbao, la ciudad de Zaragoza –que ha tenido agua del Pirineo– y diversos sistemas regables de Aragón reciben trasvases del río. El Ebro sí se explota.
-El Pacto de Aragón se hizo para trasvasar el agua sobrante del Ebro. ¿Veremos agua del Ebro en Barcelona?
-El agua del Ebro está cada día más lejos de Barcelona, como la del Ródano. La Generalitat está haciendo bien sus deberes en infraestructuras y ahorro hídrico.
-¿Una ciudad tan importante como Barcelona tiene la garantía de que no necesita trasvases?
-Sin duda. Las grandes ciudades tienen sus problemas de abastecimiento resueltos. Sólo la cuenca del Segura corre riesgo. Bajar agua del Ebro al Segura teniendo otras opciones es un recurso más teórico que técnico. Tenemos soluciones técnicas más económicas. Si no hay más remedio tendremos que llevarla desde donde sea.
-Ahora que los trasvases han dejado de ser un tabú...
-Para mí nunca lo han sido.
-En la anterior Legislatura desde este Ministerio se planteaban como última opción.
-Hay que anteponer la gestión a los dogmas. Si antes de que se nos sequen las Tablas de Daimiel hay que hacer aportaciones de agua, lo haremos.
-Si no va ser el Ebro, será el Tajo el que tenga que mantener al Levante.
-Si no damos soluciones a Castilla- La Mancha, Extremadura o Madrid no se puede ceder agua a terceros. No se puede apelar a la solidaridad sin tener una contraprestación.
-Da la sensación de que tienen pánico a señalar lugares donde se puede trasvasar agua.
-Al Gobierno no le preocupa tener un problema con la opinión pública, sino con los ciudadanos porque les falta agua.
-¿Se va a mercadear con el agua en España?
-Yo prefiero que sea un mercadeo público. Que sea desde la gestión pública donde se prioricen los usos y destinos. A partir de ahí, creo en la gestión privada. La gestión de distribución y recuperación de costes, regadíos y la distribución a los usuarios finales es bueno para el sector privado.
-¿Cuándo van a presentar los planes de cuenca?
-Están muy interferidos por los estatutos. Tenemos los planes técnicos muy avanzados pero hay que esperar.
-Muchas comunidades de regantes de Levante dicen que están dispuestas a pagar por traer agua de otras regiones.
-Que lo hagan. Les ponemos el agua en su casa si están dispuestos a pagar por ella desde el Almanzora o desde las desaladoras. No la pagan. Tenemos un problema de impagados. Quien no paga no puede decir que la trae del Ebro.
-Hay una carrera entre las regiones para hacerse dueños de los ríos. ¿Lo van a permitir?
-Para gestionar hay que poder moverse.
-Hay que cambiar los estatutos entonces.
-No, hay que llegar a un pacto de estado. Hay que priorizar. Mi postura es más socialista que la de nadie. Lo primero son los ciudadanos.
-Hay mucha gente que cree que su postura en el agua es poco socialista: el agua es de quien la tiene, no se redistribuye.
-Soy muy ortodoxo. El agua está para redistribuirla y satisfacer la necesidad de los ciudadanos.
-¿Habrá más trasvases en los próximos años?
-Habrá los que hagan falta. Ya hay trasvases.
-Si yo fuera un ciudadano de Barcelona, que ha visto llegar barcos con agua a su puerto, no me convencería que me dijeran que no habrá una conexión con el Ebro para asegurar el abastecimiento.
-Con las desaladoras está todo arreglado.
-La conexión con la desaladora de Tarragona ya está hecha.
-Prácticamente. Pero si hay que hacerlo que sea con transparencia y acuerdo parlamentario, como así se previó para Valencia. No se puede decir que no se ha hecho con Valencia, es que no ha habido necesidad.
-No de consumo humano, pero sí para sus regadíos.
-Cubierta.
-Cubierta por Castilla-La Mancha.
-Cubierta por Alarcón por el Júcar, por el Turia, cuencas interiores.
-El recorte presupuestario a quién va a afectar.
-Lo menos posible a las infraestructuras.
-¿Tiene la sensación de que están muy cerca de llegar a un gran acuerdo con el PP por el agua?
-Estamos ahí, sí. Con las comunidades más conflictivas como Murcia no tenemos problemas. Con Aragón y Cataluña hemos llegado a acuerdos importantes. Con Castilla y León hay un gran consenso. Con Madrid hay una relación cordial. ¿Estamos cerca? Estamos en el acuerdo.
-¿Todo el mundo tendrá que hacer un esfuerzo considerable?
-No se puede hacer mucha demagogia. Hay que hacer gestión.
El aviso botorrita
Una losa cuelga de la pared del despacho del secretario de Estado. Una placa de bronce, seamos técnicos, que le regaló el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias. En la réplica de la conocida como tabla botorrita, hallada en Cabezo de las Minas, junto a la actual Zaragoza, se plasma un texto en el que se describe el que podría ser el pleito hídrico más antiguo de España. En la dedicatoria que el presidente aragonés envió a Josep Puxeu se apunta que «los aragoneses llevamos más de 2.000 años luchando por el agua». La placa data del siglo I antes de Cristo. Un detalle que Puxeu cuenta entre bromas. Si quieren que Medio Ambiente le tenga en sus oraciones manden mensajes subliminales que den lustre a la queja. Hay pared suficiente.
«Hay que meter a Madrid en el lío con la potabilización»
Medio Ambiente apuesta por la recuperación de aguas de la comunidad madrileña para recargar y mantener el trasvase del Tajo a Levante
5 Octubre 09 - Madrid - Javier Brandoli
De las palabras del secretario de Estado de Medio Rural y Agua se desprende que la intención del Gobierno es mantener el trasvase del Tajo-Segura, pero diversificar su carga con otras regiones, y conseguir la ansiada paz hídrica. Madrid y Extremadura entran en juego. Una reserva de agua es el probable blindaje que consiga imponer Barreda.
-¿Qué postura tiene el Gobierno sobre el trasvase Tajo-Segura?
-Hay que dar soluciones con un producto procedente de diversas fuentes. No se puede cortar ninguna de esas patas, sería un disparate. La gestión requiere de una política coral. No a nada.
-Apuestan por tanto por mantener el trasvase.
-Una parte de las aguas del Tajo sigue siendo imprescindible para la zona del Segura. Esa zona necesita aportes externos. Son hasta tres millones de personas que necesitan agua.
-¿La opción para el Gobierno manchego es una reserva de agua?
-Y meter a Madrid en el lío con la potabilización.
-¿Hay que repartir la carga con Madrid y Extremadura?
-Esa es una solución junto a la aportación de la desalación y la reutilización.
-¿Trabajan con estas regiones?
-Ese es el viejo debate de si estamos encima de la mesa o debajo de la mesa. El debate político de los estatutos de Castilla-La Mancha y Extremadura debe fijar los parámetros de dónde está el interés general del Estado. Ambos se han hecho desde una óptica global. Dependerá mucho de lo que hagan los dos partidos mayoritarios. Desde el Gobierno se está por la labor de resolver los problemas, pero hay que ver que del agua y la energía no se haga una bandera territorial.
-¿Pero han hablado con la Junta de Extremadura del trasvase a Levante?
-Sí, hemos hablado con ellos de sus necesidades hidráulicas.
-¿Y con Madrid?
-También.
-¿Del trasvase?
-Hemos hablado de todo. Hemos hablado de gestión de agua.
-¿Madrid tiene capacidad para trasvasar agua?
-Tiene agua en cantidad y calidad suficiente después de los esfuerzos que se han hecho, incluso fuera de cuenca. Tiene garantía de suministro por las numerosas obras que se han hecho. Madrid y el Gobierno están de acuerdo en que hay que hacer un esfuerzo en potabilización. Madrid consume y genera a la vez cerca de 800 hectómetros cúbicos, más de lo que tenía previsto el maravilloso proyecto del trasvase del Ebro. Si se potabiliza ese agua se recupera caudal en toda la cuenca del Tajo de aquí a Lisboa. A partir de ahí hay que gestionar las demandas de Extremadura, Castilla-La Mancha y Levante.
-No me ha contestado.
-Madrid tiene que devolver al sistema lo mismo que consume en óptimas calidades, y a partir de ahí usted puede hacer todo lo que quiera. Si Madrid devuelve al sistema el agua en unas condiciones que no se puede utilizar tenemos un problema. Si Madrid, como está haciendo con inversiones muy serias, devuelve el agua en óptimas condiciones se puede hacer de todo.
-¿Resulta técnicamente viable un trasvase desde Extremadura a Levante?
-Tenemos capacidad tecnológica para hacer de todo. Cualquier solución tiene que ser sostenible económica, social y ambientalmente. Yo creo que se pueden buscar muchas soluciones.
-¿La solución es un estatuto que garantice el agua a Castilla-La Mancha y a Levante?
-Hay un texto aprobado en las cortes castellano manchegas donde se flexibiliza la posición buscando un consenso.
-¿Cómo explicar a los ciudadanos que sí se puede hacer un trasvase a Levante desde el Tajo medio pero no desde el Ebro?
-Lo que no les podemos explicar es no tener agua. Mi obligación es poner recursos a disposición de los ciudadanos con un coste repercutido que puedan asumir. El Ebro es un río que está muy trasvasado. La autopista del agua a Santander, el abastecimiento de Bilbao, la ciudad de Zaragoza –que ha tenido agua del Pirineo– y diversos sistemas regables de Aragón reciben trasvases del río. El Ebro sí se explota.
-El Pacto de Aragón se hizo para trasvasar el agua sobrante del Ebro. ¿Veremos agua del Ebro en Barcelona?
-El agua del Ebro está cada día más lejos de Barcelona, como la del Ródano. La Generalitat está haciendo bien sus deberes en infraestructuras y ahorro hídrico.
-¿Una ciudad tan importante como Barcelona tiene la garantía de que no necesita trasvases?
-Sin duda. Las grandes ciudades tienen sus problemas de abastecimiento resueltos. Sólo la cuenca del Segura corre riesgo. Bajar agua del Ebro al Segura teniendo otras opciones es un recurso más teórico que técnico. Tenemos soluciones técnicas más económicas. Si no hay más remedio tendremos que llevarla desde donde sea.
-Ahora que los trasvases han dejado de ser un tabú...
-Para mí nunca lo han sido.
-En la anterior Legislatura desde este Ministerio se planteaban como última opción.
-Hay que anteponer la gestión a los dogmas. Si antes de que se nos sequen las Tablas de Daimiel hay que hacer aportaciones de agua, lo haremos.
-Si no va ser el Ebro, será el Tajo el que tenga que mantener al Levante.
-Si no damos soluciones a Castilla- La Mancha, Extremadura o Madrid no se puede ceder agua a terceros. No se puede apelar a la solidaridad sin tener una contraprestación.
-Da la sensación de que tienen pánico a señalar lugares donde se puede trasvasar agua.
-Al Gobierno no le preocupa tener un problema con la opinión pública, sino con los ciudadanos porque les falta agua.
-¿Se va a mercadear con el agua en España?
-Yo prefiero que sea un mercadeo público. Que sea desde la gestión pública donde se prioricen los usos y destinos. A partir de ahí, creo en la gestión privada. La gestión de distribución y recuperación de costes, regadíos y la distribución a los usuarios finales es bueno para el sector privado.
-¿Cuándo van a presentar los planes de cuenca?
-Están muy interferidos por los estatutos. Tenemos los planes técnicos muy avanzados pero hay que esperar.
-Muchas comunidades de regantes de Levante dicen que están dispuestas a pagar por traer agua de otras regiones.
-Que lo hagan. Les ponemos el agua en su casa si están dispuestos a pagar por ella desde el Almanzora o desde las desaladoras. No la pagan. Tenemos un problema de impagados. Quien no paga no puede decir que la trae del Ebro.
-Hay una carrera entre las regiones para hacerse dueños de los ríos. ¿Lo van a permitir?
-Para gestionar hay que poder moverse.
-Hay que cambiar los estatutos entonces.
-No, hay que llegar a un pacto de estado. Hay que priorizar. Mi postura es más socialista que la de nadie. Lo primero son los ciudadanos.
-Hay mucha gente que cree que su postura en el agua es poco socialista: el agua es de quien la tiene, no se redistribuye.
-Soy muy ortodoxo. El agua está para redistribuirla y satisfacer la necesidad de los ciudadanos.
-¿Habrá más trasvases en los próximos años?
-Habrá los que hagan falta. Ya hay trasvases.
-Si yo fuera un ciudadano de Barcelona, que ha visto llegar barcos con agua a su puerto, no me convencería que me dijeran que no habrá una conexión con el Ebro para asegurar el abastecimiento.
-Con las desaladoras está todo arreglado.
-La conexión con la desaladora de Tarragona ya está hecha.
-Prácticamente. Pero si hay que hacerlo que sea con transparencia y acuerdo parlamentario, como así se previó para Valencia. No se puede decir que no se ha hecho con Valencia, es que no ha habido necesidad.
-No de consumo humano, pero sí para sus regadíos.
-Cubierta.
-Cubierta por Castilla-La Mancha.
-Cubierta por Alarcón por el Júcar, por el Turia, cuencas interiores.
-El recorte presupuestario a quién va a afectar.
-Lo menos posible a las infraestructuras.
-¿Tiene la sensación de que están muy cerca de llegar a un gran acuerdo con el PP por el agua?
-Estamos ahí, sí. Con las comunidades más conflictivas como Murcia no tenemos problemas. Con Aragón y Cataluña hemos llegado a acuerdos importantes. Con Castilla y León hay un gran consenso. Con Madrid hay una relación cordial. ¿Estamos cerca? Estamos en el acuerdo.
-¿Todo el mundo tendrá que hacer un esfuerzo considerable?
-No se puede hacer mucha demagogia. Hay que hacer gestión.
El aviso botorrita
Una losa cuelga de la pared del despacho del secretario de Estado. Una placa de bronce, seamos técnicos, que le regaló el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias. En la réplica de la conocida como tabla botorrita, hallada en Cabezo de las Minas, junto a la actual Zaragoza, se plasma un texto en el que se describe el que podría ser el pleito hídrico más antiguo de España. En la dedicatoria que el presidente aragonés envió a Josep Puxeu se apunta que «los aragoneses llevamos más de 2.000 años luchando por el agua». La placa data del siglo I antes de Cristo. Un detalle que Puxeu cuenta entre bromas. Si quieren que Medio Ambiente le tenga en sus oraciones manden mensajes subliminales que den lustre a la queja. Hay pared suficiente.
Sem comentários:
Enviar um comentário